APRENDIZAJE CONTINÚO DESDE LAS EMPRESAS: ¿POR QUÉ DEBERÍAN IMPLEMENTARLO?
Leandro Mariátegui, decano de la Facultad de Ingeniería de la UTP, explica por qué el "lifelong learning" es crucial para la adaptación, innovación y retención del talento en un mercado laboral dinámico.
En un escenario marcado por la rápida transformación digital y la evolución de los mercados, la capacitación constante de los colaboradores se ha convertido en un factor determinante para el éxito organizacional. Así lo sostiene Leandro Mariátegui, decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP), quien enfatiza la necesidad de que las empresas integren el "lifelong learning" o aprendizaje a lo largo de la vida como una estrategia fundamental.
Según el decano, la acelerada obsolescencia de las habilidades convierte la formación continua en un imperativo. "La capacitación constante garantiza que los profesionales desarrollen las competencias necesarias para operar de manera eficiente y adaptarse a los cambios del sector", apunta. Esta adaptabilidad, agrega, es vital para que las compañías y sus equipos prosperen.
Mariátegui también subraya el impacto directo en la productividad y la innovación. "Los colaboradores bien capacitados son más eficientes, autónomos y pueden entregar resultados de mayor calidad", indicó. Además, un equipo con conocimientos actualizados está mejor preparado para aportar ideas frescas y perspectivas innovadoras, fomentando una cultura de creatividad que beneficia a toda la organización.
En el ámbito del clima laboral, Mariátegui resaltó que invertir en desarrollo profesional genera profesionales más satisfechos y comprometidos. "Fomenta un mayor compromiso con la organización", asegura. “Construye equipos resilientes y ágiles, capaces de responder con rapidez ante nuevas tendencias o desafíos del mercado”.
Un concepto integral
Mariátegui define el "lifelong learning" como el proceso continuo de adquisición de conocimientos y competencias a lo largo de toda la vida de una persona. Este enfoque trasciende la educación formal y puede desarrollarse en diversos entornos, ayudando a los individuos a mantenerse relevantes en el mercado laboral.
"Esta práctica permite un desarrollo personal, contribuyendo al crecimiento profesional y la autoestima. Otro beneficio clave es que fomenta la innovación y la creatividad al exponer a las personas a nuevas ideas", explica el decano de la UTP.
La metodología para implementarlo es diversa e incluye desde cursos formales y grados académicos hasta el aprendizaje autodirigido, talleres in company, la experiencia laboral diaria y el voluntariado. Los recursos disponibles son amplios: plataformas en línea, bibliotecas, publicaciones especializadas, mentores y grupos de mejora continua, entre otros, según Mariátegui.
En conclusión, el aprendizaje permanente es un elemento esencial para la adaptabilidad en un mundo en constante cambio. “Las empresas líderes ya promueven esta cultura entre sus colaboradores, reconociendo su valor como ventaja competitiva sostenible”, finaliza el decano.